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30 de abril de 2007

SN-63/06-07



PALABRAS DEL SECRETARIO GENERAL
DURANTE LA CEREMONIA DE ENTREGA DE RECONOCIMIENTOS
16 de abril de 2007
 

Muy buenos días señores directores, señores representantes de la asociación de los trabajadores de la OEA, estimados funcionarios y funcionarias. 

Quiero muy brevemente señalar la satisfacción con que hoy día, hoy premiamos a aquellos de nuestros trabajadores, de nuestros funcionarios que cumplen una cantidad de años al servicio de la institución.  Como lo ha dicho nuestro amigo el maestro de ceremonias, este es un momento para reflexionar sobre lo que hemos hecho en la OEA, sobre el papel que cada uno de nosotros ha cumplido y también para reflexionar sobre el futuro de la OEA y lo que queremos que la OEA siga siendo en los próximos años.  

No cabe duda que cuando uno trabaja en una institución por varios años mira hacia su pasado y yo sé que los que hoy día serán premiados tienen razón para estar más que orgullosos de ese pasado, de lo que han hecho en la OEA, de como han cumplido sus tareas y como han permitido que esta institución siga desarrollándose en la forma en lo que lo ha hecho.  Pero al mismo tiempo también quisiera que al partir de esta institución dentro de 30, 40, ó 50 años, cuando sea, puedan dejar también el testimonio de que contribuyeron a construir una institución relevante, sólida, querida por sus Estados miembros y por la gente de las Américas y por lo tanto con posibilidades de mirar hacia el futuro con optimismo. 

Reconozcamos que en los últimos años hemos tenido a ese respecto algunas dificultades.  Hace dos años, un poco menos de dos años, cuando volvimos de la Asamblea General de Fort Lauderdale, el Director General de Administración y Finanzas aquí presente, ahora Subsecretario de Administración y Finanzas me hizo ver las dificultades que teníamos desde el punto de vista financiero para completar el año.  Las circunstancias que teníamos, algunas crisis políticas y algunas tareas muy fundamentales que jugaron distintos aspectos.  El director, en ese momento Secretario de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, me hizo ver que no tenía recursos con los cuales realizar la sesión que estaba programada para el mes de septiembre de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos.  Y no quiero ennegrecer más el panorama, pero esa era la realidad.  Esa realidad ha pasado y ha sido superada y yo con mucha alegría pude en mi primera reunión con el personal, que se produjo solamente tres o cuatro meses después de haber asumido el cargo, señalar mi compromiso con todos los funcionarios de que todos ellos tenían su lugar en la OEA, sus derechos en la OEA y que ese lugar y esos derechos les serían plenamente respetados.  Renuevo hoy ese compromiso.   

Creo que la organización está en un buen pie, que no se discute respecto de ella ya tanto sobre su relevancia.  Ya cuando voy a reuniones con jóvenes del hemisferio me preguntan menos “Para qué sirve la OEA, señor Secretario?”.  Ya los países están, en su gran mayoría, al día en el pago de sus contribuciones y ya estamos discutiendo incluso con ellos con bastante franqueza los problemas de organización y de recursos que tenemos para el futuro.  Pero eso tenemos que hacerlo todos juntos.  La organización no puede depender de la voluntad de una persona o de varias personas; depende sobretodo de la voluntad y el entusiasmo de quienes trabajan en ella.   Y si se nos ve dedicados a nuestro trabajo, con un grado de unidad interna suficiente, con entusiasmo, discutiendo de manera muy franca y muy cierta los problemas que podamos tener.  Yo aspiro a tener ciertamente con la asociación de trabajadores de la OEA y con todo su personal, no solamente las mejores relaciones formales, sino a discutir con mucha franqueza los problemas.  Pero aspiro también a un sacrificio, a un esfuerzo y a un entusiasmo igual de todos. 

Al premiar entonces a nuestros funcionarios y funcionarias, al agradecerles de corazón los años de servicio que han prestado a la institución y los méritos que han hecho para obtener las premiaciones que aquí obtienen, quiero también agradecerles lo que van a hacer en el futuro; la forma en que con entusiasmo, con dedicación, con buena voluntad vamos a seguir trabajando para que la Organización de los Estados Americanos sea efectivamente, como la proclamamos muchas veces en nuestros discursos, la organización mas relevante de nuestro hemisferio. 

Muchas gracias.

 DISCURSO DEL PRESIDENTE DE
LA ASOCIACION DEL PERSONAL
DURANTE LA CEREMONIA DE ENTREGA DE RECONOCIMIENTOS 

Señor Secretario General 

Estimados y respetables compañeros, 

El día de hoy es un día muy especial porque nos congregamos en la Casa de las Américas  para rendir un justo y merecido reconocimiento a nuestros compañeros que con su trabajo hicieron posible que la Secretaría General pueda cumplir con los mandatos encomendados por los Estados miembros, a través de la Asamblea General. 

Algunos de ustedes se retiran y se embarcan a una nueva etapa de sus vidas.  Mientras estuvieron con nosotros supieron cumplir con las tareas asignadas en cada una de las áreas que laboraron.  Algunos de ustedes llegaron a la OEA por los años 60s y trabajaron junto a siete Secretarios Generales, siempre con el mismo entusiasmo y dedicación porque sabían que las tareas de la Organización eran dirigidas a mejorar la vida de los habitantes de las Américas.  

Ustedes estuvieron a la vanguardia de un sin número de programas y siempre mostraron estar dispuestos a asumir nuevas funciones, nuevos retos, aún sin contar con los recursos necesarios.  Su sacrificio quedará plasmado en los programas que ustedes participaron. 

Todos los aquí presentes somos conscientes de estos sacrificios y ahora sus familias podrán contar con ustedes el 100% de su tiempo. 

Ustedes como nosotros somos conscientes que los cambios progresistas son necesarios en una institución como la nuestra.  El cambio es necesario y nosotros como personal de la Secretaría General estamos listos y preparados porque tenemos la capacidad para adaptarnos a los mismos.  Todos sabemos que nuestros trabajos cruzan fronteras y llegan a las áreas más necesitadas.

Algunos de ustedes al alejarse de nuestra institución desean resaltar el orgullo de haber pertenecido a esta noble institución y de haber colaborado lo mejor posible. 

Que no se piense en las Américas que vuestro trabajo fue en vano.  Vuestro trabajo va orientado hacia los más necesitados de este Hemisferio, mediante una mejor vigilancia de los derechos humanos, participando en observaciones electorales, mejorando los estándares de vida mediante nuestros programas sociales, mejorando las relaciones laborales, sirviendo como puente de comunicación entre naciones. 

Todos somos servidores de las Américas, amamos lo que hacemos y estamos dispuestos a continuar con nuestras tareas.  Ustedes nos han mostrado el camino y esperamos contar con su sabiduría, consejo y entusiasmo a través de nuestra asociación hermana AROAS. 

Muchos de ustedes que ahora se retiran nos han enviado notas de despedida y me gustaría compartir con ustedes una de ellas: 

A sólo horas de mi jubilación me permito enviarles un saludo muy afectuoso y mis sentidos agradecimientos por las oportunidades, el apoyo y la amistad que me han brindado durante mis 32 años en la Organización.  Me llevo los mejores recuerdos de nuestro trabajo en ciencia y tecnología, mecanismos de cooperación, gobierno electrónico, turismo, pequeña empresa y compras gubernamentales.  En todas estas áreas aprendí de ustedes y espero haber correspondido con lo mejor de mis esfuerzos.  

Gracias a la Organización y a ustedes he tenido el privilegio de trabajar con algunas de las personas más valiosas de nuestras Américas. He visto en la práctica que nosotros  en la OEA podemos contribuir de manera significativa al diálogo y la cooperación entre los directivos de instituciones de gobierno, empresa, sector técnico y sociedad civil que representan las fuerzas de cambio para bien en el continente y que están buscando el mejor camino para cada uno de sus países.  Yo soy de los que cree que nuestra OEA está particularmente bien situada para facilitar que esos líderes intercambien sus experiencias, sumen sus capacidades y multipliquen sus esfuerzos en torno a temas emergentes para un desarrollo integral que beneficie a todos en cada uno de nuestros países. Ellos y sus instituciones merecen lo mejor de nuestro apoyo y me alegra mucho haber contribuido algo al edificio que ellos están construyendo  [Orlando Mason]. 

A nuestros compañeros que hoy reciben el reconocimiento por sus 10, 15, 20, 25, 30 y 35 años de servicio me dirijo para resaltar su dedicación al engrandecimiento de esta gran familia de las Américas llamada OEA. 

Deseo aprovechar la oportunidad para comprometer al Secretario General a dedicar un día, en el verano, para festejar nuestra diversidad y resaltar los logros de los funcionarios.  A lo cual propongo llamar el día del servidor interamericano. 

A continuación se hará entrega del premio Terry Woods, de parte de la Asociación del Personal.

El Fondo Conmemorativo Terry Woods se estableció con las contribuciones que hiciera el personal con motivo del fallecimiento del señor Terence Woods, quien fuera Presidente de la Asociación del Personal desde 1989 hasta 1991.  Fueron los deseos de doña Margarita Woods, viuda del señor Woods, que este fondo se dedicara a apoyar los intereses del personal, causa a la que Terry Woods dedicó gran parte de su tiempo y esfuerzo.  

El 12 de abril de 1994 el Comité del Personal decidió establecer un premio para miembros del personal de la OEA que se hubiesen distinguido por sus extraordinarios esfuerzos por mejorar las condiciones de trabajo y términos de empleo de sus colegas. 

El Premio Terry Woods constituye el más alto reconocimiento que un funcionario o funcionaria puede recibir por servicios extraordinarios al personal de la OEA.  Este consiste en una placa conmemorativa y no conlleva premio alguno en efectivo. 

El Comité del Personal recibió la siguiente nominación: 

Estimados Miembros del Comité de Nominaciones, 

Con relación al anuncio para nominaciones de candidatos al Premio Terry Woods, nos gustaría presentar la candidatura de la Sra. Linda J. Poole. 

Linda es una funcionaria que por muchos años ha dedicado tiempo y esfuerzo a la protección de los derechos laborales de los funcionarios de esta Organización.  Esta funcionaria ha asesorado al personal durante reducciones de personal, reorganizaciones, demandas del personal ante el Tribunal Administrativo, asesoría a miembros del personal en casos de audiencia y reconsideración, así como procesos de negociación con la Administración en diversos temas tales como el Contrato Continuo. 

El Comité del Personal, en su reunión ordinaria del 29 de marzo decidió otorgar el Premio Terry Woods a nuestra compañera Linda J. Poole: 

La Placa lee:  

(Logo OAS Staff Association)
The 2006 Terry Woods Memorial Award
is awarded to
Linda J. Poole 

For her constant dedication and efforts in protecting the rights of staff members of the
OAS General Secretariat
 

El viernes me comuniqué con Linda y le informé sobre la decisión del Comité del Personal. Linda se sintió muy contenta por este alto honor.  Desafortunadamente ella no estará con nosotros hoy pero nos ha de estar viendo por Internet.  Linda me pidió que nuestra colega y ex presidente Anna Chisman acepte el premio por ella y pueda asimismo dirigir algunas palabras. 

Antes de concluir mi presentación, deseo recordarles que el miércoles 18 tenemos una Asamblea Extraordinaria del Personal en la Sala Rubén Darío, a las 10:30 a.m. 

Muchas gracias. 

REMARKS SENT BY THE RECEIVER OF THE
2006 TERRY WOODS AWARD,
MS. LINDA J. POOLE
 

The rule of law and due process are the cornerstones of any system regulating relations between staff and the employer organization.  Our staff representatives who are elected to articulate the concerns and interests of all their colleagues as well as to promote and protect staff rights, must always ensure respect for these fundamental principles as bulwarks against the consequences of unfettered exceptions and privileged treatment for a few.  During my entire time here, I have seen the role of the Staff Association evolve and strengthen in many positive ways and have had the opportunity to play a role in that process.
                                    
Terry Woods and those who have received the award before me set a very high standard to meet and it is--for me--a signal honor to have been proposed and selected to receive this recognition. 

I thank you very much. 

Linda J. Poole

 

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