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 29 de septiembre de 2009

                                                      SN- 13/09-10

 

DISCURSO DEL SECRETARIO GENERAL DON JOSE MIGUEL INSULZA EN LA CEREMONIA DE PREMIACIÓN AL PERSONAL DE LA SECRETARÍA GENERAL

9 de septiembre de 2009

            Muchas gracias, muy buenos días.

            Quiero felicitar, en primer lugar, a todo el Departamento de Recursos Humanos y al Departamento de Asuntos Culturales por este excelente video, excelente porque, en realidad, muestra más que mil palabras las muchas cosas que hacemos y cosas que, a veces, ni siquiera nosotros mismos conocemos.

            Esta es una Organización cuya sede central está aquí en Washington y, a veces, desde acá se pierden de vista las muchas cosas que hacemos en tantos países de nuestra Organización.  Yo me alegro de que ahí se haya mostrado a la gente que se sacrifica tremendamente, su ritmo de vida en nuestros programas de desminado; a los que van a las observaciones electorales en los lugares más remotos de los países a los que van, no van solamente a las capitales, estamos en todas partes; a los que se preocupan del tema de la droga; a las y los que atienden los tema de violencia contra la mujer; a los que realizan tareas importantes para la paz de nuestro hemisferio en distintos países hermanos, Guatemala, Belize, Colombia, Ecuador, tantos otros lugares donde hacemos un trabajo importante.  Y también es importante porque estaban los usuarios, la mucha gente que recibe los servicios de esta Organización.  Ahí estaban los rostros de las personas que vienen acá a denunciar violaciones de sus derechos humanos; ahí estaba la gente que ha sufrido problemas de discapacidad, incluso algunos ligados al gran problema de las minas terrestres; ahí estaba la gente que protagoniza las elecciones, trabajando precisamente para hacer que sus países sean más democráticos, ahí estaban los jóvenes que llenan este salón y otros salones de América, en nuestros modelos de Asamblea General, etcétera.  Podría seguir.

            Me gustó mucho precisamente –y los quiero felicitar– porque no solamente está el lado de la OEA que presta servicio, sino también el lado de la mucha gente que llega a conocer la OEA.  Lo impresionante es los pocos recursos con que hacemos todas estas cosas.  La verdad es que si ustedes comparan el presupuesto en todas sus formas –ordinario, extraordinario, donaciones, préstamos, lo que se quiera– con los de otros organismos internacionales no deja de impresionar que cada vez seamos más visibles y más necesarios.  Eso tiene solo una respuesta y esa respuesta es la que hoy celebramos todos juntos, que es la gente que trabaja en la OEA.  La gente que trabaja en la OEA que, ciertamente, es nuestra principal riqueza, nuestro principal recurso, es nuestra principal herramienta de trabajo, trabajo que siempre es colectivo.  Algunos estuvieron ahí, otros están en otras partes.

            Hoy día vamos a premiar a algunos como se lo merecen, pero aquí no hay un trabajo individual, sino un trabajo colectivo. Todos ustedes están representados en los que vimos en esta pantalla.  Todos ustedes están en el desminado, todos ustedes están en los cerros, en la selva amazónica, todos ustedes están en las observaciones electorales porque todos estamos trabajando juntos por una misma causa.  Esa causa, como he tratado de decirlo ahí, es la causa de la democracia, la causa de la libertad, la causa de la seguridad, la causa del desarrollo, la causa de la paz, de la solución pacifica de los diferendos.

             Tenemos muchos problemas en nuestra región todavía, pero creo que vamos avanzando y lo único que queremos es que la OEA sea realmente un elemento fundamental en ese avance en nuestra región.  Hemos tenido este año avances, retrocesos, problemas.  Nos alegramos mucho de nuestra Asamblea de San Pedro Sula por los logros que alcanzamos ahí, los que alcanzamos en la Cumbre de las Américas, que fueron impresionantes y que nos dan hoy día una agenda de trabajo para el futuro.  Sentimos mucho, sin embargo, que un mes después, también en Honduras, se haya producido una ruptura de la democracia que no se producía hacía mucho tiempo en nuestra región.  Todos sufrimos, nos preocupamos, miramos esos asuntos y seguimos trabajando por el bien de la comunidad de las Américas.

            Yo quiero felicitarlos, entonces.  Quiero felicitar no solamente a los que han organizado este acto, muy principalmente a los que van a ser premiados hoy día, a los que van a recibir su reconocimiento, pero sobre todo quiero felicitar a este gran recurso, al principal recurso de nuestra Organización, que son los hombres y mujeres que trabajan en ella.

            Muchas gracias.

 

DISCURSO DEL PRESIDENTE DE LA ASOCIACIÓN DEL PERSONAL DURANTE LA CEREMONIA DE ENTREGA DE RECONOCIMIENTOS

9 de septiembre de 2009

Señor José Miguel Insulza, Secretario General de la Organización de los Estados Americanos,

Señor Ricardo Domínguez, Jefe de Gabinete del Secretario General,

Señorita Sherry Tross, Jefa de Gabinete del Secretario General Adjunto,

 

Queridos y respetados compañeros y compañeras,

 

            Como Presidente de la Asociación del Personal, el solo hecho de dirigirse a sus colegas en un día como hoy, es el más alto honor que todo servidor civil internacional pudiera desear y me siento muy honrado por la oportunidad.

 

Efectivamente, hoy 9 del 9 del 9, nos encontramos reunidos en el Salón de las Américas, en el Salón que por casi 100 años se han discutido temas en paz para la paz tal como está inscrito en sus cuatro esquinas -- para rendir un merecido y justo homenaje a nuestros compañeros, por los servicios que han prestado a nuestros hermanos y hermanas de las Américas.  Es un día pues de reconocimiento, celebración, regocijo y de reflexión.

 

Para todos los aquí presentes y muy especialmente para los nuevos funcionarios y aquellos que laboran en las Oficinas Nacionales e Institutos Interamericanos déjenme decirles que tienen sobre sus hombros la responsabilidad de continuar sirviendo, como lo han hecho nuestros colegas que hoy se jubilan de nuestra institución, con mucha LEALTAD, bastante ENTUSIASMO y total CONSAGRACIÓN para lograr cumplir a cabalidad con los mandatos que los Estados miembros nos encomiendan y que buscan construir un mundo mejor donde exista plena protección de los derechos humanos, acceso a la justicia, acceso a los servicios básicos y libertad e igualdad.

 

Es menester reconocer que requerimos de todo nuestro personal un alto nivel de desempeño y no debemos olvidar que el personal de la OEA ha llegado a ocupar cargos de embajadores, ministros de relaciones exteriores y hasta presidente de su país.

 

Me complace anunciar que en conversaciones sostenidas con la Presidenta y delegaciones de la Comisión de Asuntos Administrativos y Presupuestarios nos han indicado que quieren conocer la opinión del personal en todos los temas que nos afecta y esperan que la Administración comparta sus propuestas oportunamente.  Eso también es algo que como representantes del personal deseamos y reitero nuestro más decidido compromiso de no escatimar esfuerzos en la tarea de asegurar el respeto por los derechos adquiridos y por el bienestar del personal.

 

Haciendo un poco de historia, en 1956, en plena discusión de la aprobación del Reglamento de la Unión Panamericana, hoy Secretaría General, el Presidente de la Comisión de Reglamento dijo: “Tenemos todos una misma inspiración: la de la justicia, de la garantía, de la estabilidad del personal de la Unión Panamericana que por tantos conceptos merece la más alta consideración.  Es mi convicción que el Estatuto del Personal incorporado al Reglamento de la Unión Panamericana no puede dejar de ser una expresión de la conciencia jurídica de los países americanos acerca de este propósito de proteger los derechos del personal, de establecer una relación laboral fundada en conceptos de justicia social que practican nuestros países en su servicio civil, en su legislación del empleado, en la jurisprudencia de sus tribunales administrativos y judiciales.  Creo por esto que todo el empeño que se ponga en lograr fórmulas justas y claras, justifica el tiempo y el esfuerzo que se le consagre”.

 

El Comité del Personal en su capacidad de cuerpo asesor del Secretario General en temas del personal está dispuesto a trabajar y de ser necesario proponer revisiones al Reglamento del Personal con el propósito de tener un personal capacitado para llevar a cabo las tareas que se le encomiende.  Sin eliminar los derechos adquiridos pero ofrecer replanteamientos dentro de un marco compatible con las necesidades de la Organización.  Para empezar y después de siete años de su implementación el personal con contratos continuos se podría fusionar al Servicio de Carrera y así crear un nuevo Servicio Civil, el cual podría ser la base de la planta de personal de la OEA.

 

Aprovecho la oportunidad para expresar el respectivo agradecimiento al Secretario General por haber llevado a cabo el tercer concurso de los contratos continuos y a nombre del personal solicito que los concursos se lleven a cabo de manera continua, cada seis meses o sea en los meses de abril y octubre, tal como se dispone en las Normas Generales de acuerdo a la meta porcentual.  Para aquellos compañeros que no pudieran ser seleccionados en esta tercera ronda, les pido que participen tan pronto se anuncie el concurso nuevamente. 

 

Ustedes que me conocen muy bien saben que me gusta atar los hechos del pasado con eventos actuales y hoy no es una excepción porque aquellos que no leen la historia tienden a cometer los mismos errores.  Hoy reconocemos y celebramos al personal sin cuyos esfuerzos esta noble institución no podría cumplir con sus altos objetivos.  Terry Woods, un Presidente de la Asociación fallecido en servicio---usó mucho la frase: ‘Peace and Development are labor-intensive enterprises".  La sinergía personal-OEA es quizás después de la voluntad de nuestros Estados el elemento más importante y vinculante para dar cumplimiento con los principios y las metas de la Carta de la OEA.

 

En más de una oportunidad altas autoridades de la OEA y jefes de delegación han manifestado que el personal de la Secretaría General es el activo más valioso de la OEA.  Nuestro trabajo se ve plasmado en los proyectos que van orientados a mejorar los niveles de vida de nuestros hermanos y hermanas de las Américas porque lo hacemos con devoción, eficiencia, entrega desinteresada y muchas veces sacrificando nuestras propias vidas, tal es el caso de aquellos colegas que acudieron al llamado de los Estados miembros y fueron  enviados en misiones especiales de la OEA, como en Centroamérica y Suriname y hoy tenemos a uno de estos colegas, Hilda Ruiz, que se jubila de la Secretaría General, muchas gracias Hilda.

 

Felicito al Secretario General por haberle dado prioridad inmediata al relanzamiento del sistema de evaluación del personal en la Secretaría General y deseo reiterarle nuestro apoyo incondicional para que funcione.  El sistema de evaluación es efectivo cuando todos nos comprometemos a alcanzar los objetivos deseados y es pieza vital en un programa de desarrollo de la carrera del personal.  Miremos este sistema como una herramienta para fomentar en el personal la excelencia y calidad.  Igualmente tenemos que considerarlo como fomentador del crecimiento profesional y personal.  No olvidemos que el sistema de evaluación es un requisito para el concurso de los contratos continuos y debemos de utilizarlo igualmente para la promoción del personal, aumento de salarios, premios y programas de entrenamiento. 

 

Agradezco al Secretario General por haber logrado un aumento en las cuotas al Fondo Regular para el año 2009, lo cual permitió que los aumentos al costo de vida correspondiente sean respetados y de esta manera mantenemos la paridad salarial de las Naciones Unidas.  Después de muchos años sentimos que se está logrando una estabilidad laboral para todo el personal que trabaja en la Secretaría General y vemos que el recorte del personal no es la primera opción de la Secretaría General ante un presupuesto sin crecimiento.  Muchas gracias señor Secretario General por haber mantenido su palabra de no ofrecer recortes del personal de planta para el año 2010 y por preservar la esencia de la Declaración Universal de los Derechos Humanos con respecto al trabajo.  Sin embargo preocupa a todo el personal que el Tribunal Administrativo, a 40 años de funcionamiento, se vea afectado por el traslado del puesto de Secretario del Tribunal a otra dependencia de la Secretaría General, dejando al Tribunal desprovisto del funcionario que debe responder exclusivamente al Tribunal. 

 

Y para concluir esta breve intervención.  Me voy a permitir unas palabras de congratulación y agradecimiento, y en esto creo expresar el sentimiento de todos aquí presentes, para nuestros compañeros que se jubilan y de igual manera para nuestros compañeros que se han retirado de nuestra institución.  Respetables compañeros les deseo éxito en sus actividades futuras y les agradezco por vuestra entrega en cada una de las tareas que se les encomendó, disfruten de los mejores años de sus vidas y vivan siempre orgullosos de haber servido a esta noble institución.

 

Muchas gracias.

 

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